Centra tus pensamientos en las cosas buenas cuando vayas a oración para calmarse.
"No temáis, porque yo estoy con vosotros; no tengáis miedo, porque yo soy vuestro Dios. Te fortaleceré y te ayudaré, te sostendré con la diestra de mi justicia". (Salmos 41:0-11)
Recuerda que Dios es nuestro Refugio. Tranquiliza tu corazón. Reza en tu habitación en secreto, que tu Padre te recompensará.
"Dios es nuestro refugio y fortaleza, una ayuda muy presente en los problemas". (Salmos 46:1)
No guardes rencor a quien te ha hecho daño, lo mejor es perdonar. Dios quiere de nosotros lo que nos ha dado. Espera que perdonemos como él ha perdonado. Busca la ayuda de Dios en la Palabra para perdonar.
A menudo, no queremos ocuparnos de las cosas. Fingimos que no están ahí, nos escondemos, huimos y los encubrimos de diversas maneras. A menudo esperamos que, de alguna manera, hayan desaparecido.
Busca la paz y disfruta de la vida. Huye de la ira, porque es mala, es un gran problema. Hay mucha rabia en el mundo, en el tráfico, en las tiendas...
No vivas de acuerdo con tus sentimientos para no correr el riesgo de convertirte en un adicto emocional. Más bien, levanta la cabeza y vive en Dios. Vive en libertad.
La libertad no es conseguir todo lo que quieres, sino ser capaz de estar alegre y emocionalmente estable incluso cuando no consigues lo que quieres. Es la paz que supera todo entendimiento.
Entonces reza en paz y tranquilidad. A oración calmarse es el mayor privilegio que tenemos.
No son las circunstancias las que nos hacen infelices. Jesús no era un pesimista. Era optimista por encima de todo.
Hay muchas cosas que la gente puede quitarte, pero nadie puede obligarte a ser pesimista.
Por eso, conoce esta oración para que calme tu vida y tu corazón. Hazlo creyendo que lo mejor está por llegar:
Oración que alivia la vida y el corazón
"Señor, instruye mis ojos para que pueda ver los defectos de mi alma, y viéndolos, no comentar los defectos de los demás.
Señor, arrebata mi dolor, pero no se lo lleves a nadie más.
Desborda mi corazón de fe divina, para alabar siempre tu nombre.
Saca el orgullo y la arrogancia de mí.
Señor, hazme verdaderamente justo y correcto.
Dame esperanza para ser positivo y ganar todas las batallas terrenales.
Siembra en mi corazón la semilla del amor incondicional y ayúdame a hacer feliz al mayor número posible de personas para alargar sus días de risa y acortar sus noches tristes.
Convierte a mis adversarios en compañeros, a mis compañeros en amigos y a mis amigos en seres queridos.
Que no sea un cordero ante el fuerte, ni un león ante el débil.
Dame Señor, la capacidad de perdonar y aleja de mí el deseo de venganza.
Amén!!!"
Dios conoce tu corazón, así que pon tus ojos en cómo te ve Dios.
Una actitud positiva puede marcar la diferencia en tu vida. La actitud de agradecimiento debe estar en el primer plano de tus pensamientos.
Respirar y relajarse es lo que Dios espera de ti. Quiere que disfrutes de la vida.
Jesús era humilde, manso y sencillo. Así que mantén la paz y tranquiliza tu alma, porque la batalla pertenece a Dios.
Cuanta más paz sientas, más poder tendrás. La tranquilidad es tener confianza en Dios. Es un estado de confort, libre de dificultades, libre de grandes esfuerzos, es una naturalidad.
Reza siempre porque Dios puede hacer en un minuto todo lo que nosotros no podemos hacer en toda la vida.
Deja tu petición de oración en los comentarios. ¡Dios está contigo! ¡Cree!
Me llamo María. Me apasiona la teología y llevo 5 años escribiendo sobre el mundo religioso. Soy curioso e investigo todo sobre las religiones del mundo. Me encanta investigar las curiosidades que guían las más variadas doctrinas en diferentes países e idiomas. Hoy soy redactor y me encanta compartir mis conocimientos en el portal Oración y fe.