Saber llegar a la vejez con una mente más lúcida puede ser signo de una espiritualidad bien vivida. Teniendo esto en cuenta, le explicamos cómo puede llegar a la vejez con una salud mental más fuerte. Consulte más detalles a continuación.
La relación entre la mente lúcida y la espiritualidad en la vejez
Según una investigación realizada por el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística) en el año 2019, Brasil tiene cerca de 40 millones de personas mayores. Aunque la tercera edad se considera la mejor fase de la vida, en la que muchos están jubilados y tienen más tiempo para descansar, es muy importante saber cómo está la salud mental de estas personas.
Por este motivo, a lo largo de este artículo hablaremos de la relación entre tener una mente lúcida y la contribución de la espiritualidad en la vejez. En la actualidad, la ciencia ha investigado en este ámbito y ha llegado a la conclusión de que las personas que viven una espiritualidad sana tienen una mejor salud cognitiva.
Siga leyendo y descubra qué es la espiritualidad, cuáles son los retos psicológicos en la vejez y mucho más. ¡Disfrute de su lectura!
Retos psicológicos en la vejez
En primer lugar, hay que entender que el hecho de que una persona haya llegado a los 60 años, en muchos casos jubilada y por tanto sin necesidad de trabajar, no significa que esté bien. Es muy común que a partir de los 60 años las personas de esta edad empiecen a perder la lucidez.
La depresión es una de las mayores causas de pérdida de lucidez en la vejez, porque estas personas acaban aislándose más. Es habitual que al llegar a la vejez ya no tengan el contacto social del trabajo, por ejemplo, y tengan poco contacto con los hijos, los amigos y otros familiares.
Además, el estilo de vida sedentario, la mala alimentación y la aparición de enfermedades crónicas contribuyen a las enfermedades mentales. Uno de los retos de los ancianos para no ver comprometida su cognición, es decir, su capacidad de decisión y razonamiento lógico, es que al vivir solos en la mayoría de los casos, no tienen a alguien que pueda notar la pérdida de lucidez y buscar ayuda.
Ante estos retos, pues, la espiritualidad bien vivida entra como una forma de modificar la calidad de vida, es decir, la salud de estas personas y como un medio de prevención.
¿Qué es la espiritualidad?
En primer lugar, hay que entender que la espiritualidad no es lo mismo que la religiosidad, aunque una esté vinculada a la otra en algunos casos. Así, la espiritualidad es la capacidad de dar sentido a las cosas en la vida, mientras que la religiosidad se refiere a seguir una sola religión.
Mente lúcida y espiritualidad
Así, según Viktor Frankl, creador de la logoterapia en 1930, creía que el ser humano no se limita sólo a sus instintos animales y a su inconsciente, porque para él el ser humano trasciende estos campos lo que hace que el ser humano necesite buscar su espiritualidad para tener una mejor salud mental.
Por lo tanto, cuando una persona busca vivir la espiritualidad, encuentra el sentido para seguir viviendo de una manera que le proporciona bienestar. Así, una persona puede buscar vivir la espiritualidad de forma saludable a través de la meditación, como la práctica del mindfulness, por ejemplo.
Pero es muy común que los ancianos busquen una religión para seguir y practicar su espiritualidad. En estos casos, cuando esta búsqueda comienza en la juventud, las posibilidades de que esté bien establecida en la vejez aumentan la probabilidad de tener mayor claridad después de los 60 años.
Siguiendo con la relación entre una mente lúcida y una espiritualidad bien vivida en la vejez, ayuda a reducir los niveles de estrés. Esto se debe a que el estrés es una de las causas de que las neuronas responsables de la memoria dejen de funcionar.
Por lo tanto, a lo largo de este artículo se puede entender cómo la espiritualidad puede ayudar a mantener la lucidez de las personas mayores, cuando se vive de forma sana, es decir, sin presión y sin miedo. Por lo tanto, si aún no has llegado a la tercera edad, empieza a desarrollar tu espiritualidad hoy mismo.
Me llamo María. Me apasiona la teología y llevo 5 años escribiendo sobre el mundo religioso. Soy curioso e investigo todo sobre las religiones del mundo. Me encanta investigar las curiosidades que guían las más variadas doctrinas en diferentes países e idiomas. Hoy soy redactor y me encanta compartir mis conocimientos en el portal Oración y fe.