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Hay cosas que el dinero no puede comprar. ¿No es paradójico que mientras sufrimos el riesgo de perder nuestros empleos, casas y pensiones, muchos sigan teniendo una sola cosa en la cabeza: comprar lo que el dinero puede pagar?

Estas personas son los principales objetivos de los anunciantes, que quieren hacernos creer que necesitamos un piso más grande, un vehículo más grande y ropa de diseño. "¿No tienes dinero? No hay problema: ¡utiliza el crédito! Para muchos, lo importante es dar la impresión de que son ricos, aunque estén ahogados en deudas.

Pero en algún momento de la vida, la realidad les alcanza. "Comprar ofertas llamativas a crédito para engañar a los demás y a uno mismo haciéndoles creer que se ha triunfado es como sacar una pipa de crack para animarse. Al principio, no es caro y funciona bien; pero no dura. En cualquier caso, acabas sin dinero y deprimido. 

3 cosas que el dinero no puede comprar

La Biblia denuncia la insensatez de la "exhibición orgullosa de los propios medios de vida" (Jn 2,16). De hecho, quienes se obsesionan por la posesión de bienes materiales olvidan lo que más importa en la vida: las cosas que el dinero no puede comprar. Vamos a hablar de tres de ellos.

1. La unidad familiar

Descubre que su padre da mucha importancia a su trabajo y al dinero que gana. "Tenemos todo lo que necesitamos e incluso más", dice, "pero nunca veo a mi padre. Siempre está en movimiento. Sé que es por su trabajo, ¡pero su familia también lo necesita! 

2. Seguridad real

"Mi madre me dice todo el tiempo que tengo que casarme con un hombre rico y aprender un oficio para encontrar un buen trabajo y protegerme en caso de problemas", explica un cristiano. "Parece que lo único que le importa es quién va a firmar su próximo cheque". 

Para asegurar tu futuro, hay mejores cosas que hacer que promover la acumulación de dinero. Después de todo, alguien puede robarte el dinero; tampoco puede curar la enfermedad ni evitar la muerte (Eclesiastés 7:12). Según la Biblia, la verdadera seguridad se encuentra en el conocimiento de Dios y de su plan para la humanidad (Juan 17:3).

3. Una vida satisfactoria

"En casa, aprendimos a vivir con sencillez", dice otro cristiano. "Mi hermana gemela y yo tuvimos una infancia feliz, aunque la mayor parte del tiempo apenas teníamos lo suficiente para vivir". 

La vida es algo más que el dinero y las cosas que puede comprar. La Biblia dice: "La vida de un hombre no depende de sus bienes, aunque sea muy rico" (Lucas 12:15). En resumen, la vida sólo es plenamente satisfactoria si se conocen las respuestas a preguntas fundamentales como

  • ¿Por qué estoy en la tierra?
  • ¿Qué nos depara el futuro?
  • ¿Cómo puedo satisfacer mis necesidades espirituales?

La clave de la felicidad

En general, las personas materialistas son menos felices y más propensas a la depresión. Incluso los que simplemente quieren tener más dinero tienen peor salud mental; también sufren problemas físicos, como dolores de cabeza, de garganta o de espalda. 

Y es más probable que beban o consuman drogas. Obviamente, correr detrás de las riquezas te hace infeliz. Por lo tanto, buscar a Dios es siempre la mejor manera de encontrar la felicidad, y el resto viene naturalmente, sin que la codicia pueda destruir los logros piadosos y de corazón.